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Durante la semana pasada, el mercado de gas en España experimentó un evento inesperado que provocó un brusco cambio de tendencia. En los últimos meses hemos observado una tendencia alcista en el mercado del gas en España. Si nos remontamos al mes de octubre, encontramos que las causas incluyen el incremento de la demanda típica de los meses invernales, reforzado por las limitaciones de abastecimiento a causa del conflicto ruso-ucraniano. Más recientemente, esto ha tenido una incidencia directa en la abrupta reducción de las reservas de almacenamiento de gas en Europa.

El conflicto ha sido el desencadenante de volatilidad e incertidumbre y por tanto cambios en la tendencia a los mercados de gas en los últimos años. Especialmente, en los primeros meses del conflicto, la incertidumbre elevó el precio del gas, impulsando grandes cambios en otros mercados. Un ejemplo fue la implantación del mecanismo de ajuste del gas para el mercado eléctrico ibérico recogido en el RDL 10/2020 que sirvió para limitar el impacto del precio del gas en el mercado mayorista eléctrico.

Con el paso de los meses, el mercado del gas ha continuado con una situación de mucha volatilidad. Entre marzo de 2023 y octubre de 2024, parecía haberse logrado una situación de cierto equilibrio, con oscilaciones de MIBGAS más contenidas entre los 30€/MWh y los 40€/MWh. Sin embargo, esta estabilidad se rompió durante el pasado invierno, volviendo a dar como resultado precios medios más cercanos a los 50€/MWh. Esta situación no parecía tener un final cercano, ya que los futuros de hace tan sólo una semana mostraban valores altos, incluso para los meses de verano.

A mediados de la semana pasada saltó la noticia sobre la voluntad del presidente estadounidense, Donald Trump, expresó su voluntad de reunirse con sus homólogos ruso, Vladimir Putin, y ucraniano, Zelenski. Este anuncio provocó un descenso marcado en aproximadamente un 8% en las diversas cotizaciones a futuro.

Por tanto, seguimos enfrentándonos a una gran volatilidad en los mercados. Podríamos experimentar rebotes en los precios si las negociaciones fracasan o si los intereses europeos se ven afectados. Seguiremos con atención el desarrollo de los eventos en las próximas semanas.